2Fifty, la joya de la barbacoa, asciende desde el Farmer's Market para conquistar paladares en el corazón de Washington D.C.

Con largas colas y reconocimientos, la segunda tienda de los salvadoreños Debby Portillo y Fernando González se ha convertido en un fenómeno culinario en la capital estadounidense.

Desde nuestra última conversación hace cuatro años, el restaurante de BBQ artesanal dirigido por la pareja salvadoreña Debby Portillo y Fernando González ha experimentado una evolución excepcional. En esta entrevista exclusiva, nos sumergimos en la deliciosa odisea de su ascenso en el competitivo mundo de la barbacoa en Estados Unidos.

Portillo y González están casados desde hace 18 años. Juntos empacaron sus sueños y los llevaron hasta la nación del norte, lugar que los ha visto prosperar con “2Fifty”, un restaurante especializado en barbacoa artesanal al estilo Texas. La barbacoa no es solo una cuestión de fuego, sino una mezcla de humo y de tiempo. Es toda una cultura completa, al menos en ese país.

Lo que comenzó como una pequeña venta de carne empacada en el Farmer's Market ha florecido en una emocionante travesía culinaria. La reciente apertura de su segunda tienda en el bullicioso centro de la capital americana representa un hito que refleja la dedicación y el esfuerzo incansable de estos salvadoreños y todo su equipo. Reconocidos por el Washington Post como la mejor BBQ del Área Metropolitana de Washington (DVM) y destacados en la prestigiosa lista de Texas Monthly, los reconocimientos no han dejado de llegar.

"Para nosotros, no es solo comida; es un arte", comparte Debby Portillo. "Es la fusión de nuestra cultura en cada bocado lo que nos hace únicos”, añade.
Foto: Cortesía 2Fifty / Rey López

La elección meticulosa de la ubicación para su nueva tienda llevó a la pareja a explorar durante un año antes de decidirse. Optaron por una zona cercana al Capitolio y la Arena de DC, a poca distancia de su exitoso Smokehouse en Riverdale Park. La nueva ubicación no solo es estratégica, sino que también les brindó la oportunidad de diseñar el espacio desde cero, adaptándolo a sus necesidades y creando una experiencia única para los comensales.

Reconocidos como "el mejor restaurante de BBQ en D.C.", la pareja atribuye su éxito a varios elementos clave. La pasión y dedicación por la barbacoa, la fusión única de su cultura salvadoreña en el menú y un equipo estrella son los ingredientes secretos que han cautivado tanto a críticos como a comensales. "Todo esto refleja el trabajo duro y la pasión de nuestro equipo", comparte Fernando González.

Preservando la esencia del BBQ tejano con un toque salvadoreño

Mantener la autenticidad del BBQ al estilo Texas mientras incorporan elementos salvadoreños es un equilibrio que 2Fifty ha perfeccionado. Seleccionan cuidadosamente las carnes, aprendiendo de expertos tejano en la tradición de la barbacoa. En cuanto a los acompañamientos, han traído su cultura a través de sabores únicos como los frijoles guisados, plátanos fritos y esquites, creando una experiencia que ha sorprendido gratamente a clientes no latinos. "Nuestra mezcla de sabores es excepcionalmente bien recibida," destaca González.

El compromiso con la calidad se refleja en cada detalle, desde la madera para el ahumado hasta cada ingrediente en el plato. Su brisket proviene exclusivamente de granjas éticas que crían ganado alimentado con pasto, asegurando una experiencia culinaria superior.

"Queremos que cada bocado sea inolvidable," afirma Portillo y en efecto lo es. Internet está lleno de reseñas positivas del menú, del restaurante y de la experiencia en general, como testimonio de la calidad y la artesanía lograda por 2Fifty. La apertura de la segunda tienda ha sido recibida con entusiasmo por la comunidad local y los clientes habituales. Durante su primer fin de semana el restaurante mantuvo una fila constante de comensales deseosos por probar el afamado “Wagyu Brisket” o las costillas de res.

"Ha sido emocionante ver cómo ambas comunidades nos han apoyado con tanto entusiasmo", comparte González.
Foto: Cortesía 2Fifty / EL FIN

Aunque su estrategia de marketing sigue centrada en la calidad de su comida, también han explorado nuevas formas de llegar a más personas. Colaboraciones emocionantes, como la reciente con Kaeru (restaurante de ramen) en El Salvador, han demostrado ser éxitos. Además, el lanzamiento de platillos especiales y la introducción de la venta por peso reflejan su compromiso constante con la innovación y la mejora continua.

“Esta modalidad ha sido muy bien recibida, ya que permite a los clientes probar diferentes carnes en porciones que se ajusten a sus preferencias, sin la necesidad de comprar una cantidad fija”, comentó la pareja.

Aunque no planean expandirse más allá de Washington D.C. en el corto plazo, Debby y Fernando están emocionados por llevar sus salsas caseras al mercado nacional. Proyectos emocionantes con el Departamento de Estado de Estados Unidos y la posibilidad de futuras colaboraciones internacionales mantienen el futuro del restaurante emocionante e incierto.

"Estamos explorando otras formas de compartir nuestra cocina con un público más amplio," comparten entusiasmados. “Creemos que son excepcionales y queremos que más personas tengan la oportunidad de disfrutarlas”, detallan.

Foto: Cortesía 2Fifty / EL FIN

Con una mirada hacia la primavera y el verano, la pareja planea sorprender a los comensales con nuevos especiales y platos. Además, proyectos futuros están en proceso de "cocción", prometen seguir deleitando a los amantes de la barbacoa con su innovación y pasión culinaria. Su nueva ubicación se encuentra en 414 K St NW, Washington, DC 20001.

2Firty no solo es un destino culinario, sino un testimonio de la dedicación, la pasión y la innovación que han convertido a este modesto emprendimiento en un referente gastronómico en Washington D.C y un orgullo más para la diáspora salvadoreña en esas tierras. La mezcla de sabores texanos y salvadoreños, la atención a la calidad y el compromiso con la innovación prometen que el aroma ahumado de su éxito continuará conquistando paladares y corazones en el futuro.

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