Chanel dejó su distintiva huella en la ciudad de Manchester esta semana, apoderándose de algunos de los hitos de la ciudad del norte durante una experiencia de lujo y cultura pop de tres días que culminó con el desfile anual de “Métiers d'Art”.
Manchester, la tercera ciudad más grande de Inglaterra, fue una elección inusual para la casa francesa. No es una ciudad turística encantadora cómo York, Bath o Cambridge, ni es un centro de lujo. Es una ciudad lluviosa conocida por sus molinos que alguna vez suministraron algodón al mundo, una ciudad que aún produce moda masiva y contemporánea bajo etiquetas bastante reconocidas.
Sin embargo, la directora creativa de Chanel, Virginie Viard, siempre había conocido un Manchester diferente, una ciudad con un corazón que alguna vez latió al ritmo de Factory Records y clubes como Haçienda, y a las bandas que emergieron de aquí, como Joy Division, New Order, Happy Mondays, The Smiths y Oasis.
Viard incorporó la vibrante escena músical de Manchester al espectáculo con pequeñas guitarras y notas musicales a modo de dijes que colgaban de cadenas de oro y perlas; un micro bolso de hombro con forma de disco de vinilo; gorras planas y diademas con flecos emulando las melena desordenada de los rockeros.
Pulseras, collares de perlas, broches y aretes parecían dulces de caramelo y aparecieron en rojo, amarillo y verde, tan brillantes como las portadas de álbumes y gráficos que Peter Saville creó para la mitica Factory Records.
Al igual que Gabrielle "Coco" Chanel, quien dijo la famosa frase: "Antes de salir de casa, mírate en el espejo y quítate un accesorio", Viard no sobrecargó sus siluetas dulces y juveniles inspiradas en los años 60 con demasiados elementos. En cambio, dejó que los tejidos hablaran por sí solos.
Dentro de la colección destaca una serie de trajes de falda, abrigos a la altura de la rodilla con pequeños cinturones de cadena y capas sueltas, todo en esos tonos brillantes de verde, frambuesa, amarillo y mandarina.
Las modelos caminaron por una calle empedrada y mojada, brillante como un set de película, luciendo gorras de tweed a juego con sus abrigos, trajes y zapatos de cuero planos “mary jane” con correas llamativas hechas de perlas o hebillas de oro.
En un homenaje a la época victoriana de Manchester, algunas de ellas pasearon frente a las recién pintadas tiendas de la calle Thomas, que Chanel ocupó como escenario para la noche, luciendo vestidos y tops con mangas abombadas, cuellos altos o frentes fruncidos.
Para marcar el tono de la noche e introducir a los asistentes en una atmósfera mancuniana antes del espectáculo, Chanel envió a sus 600 invitados internacionales, clientes y prensa vinilos con música seleccionada por Michel Gaubert y una revista editada por los fundadores de Chaos, Charlotte Stockdale y Katie Lyall, que profundizó en la historia y tradiciones de Manchester.
Una experiencia inmersiva
Los movimientos de Chanel en Manchester han sido un ejercicio de diplomacia de lujo. Durante los últimos ocho meses, la marca ha estado trabajando con negocios y proveedores locales en el evento, y la emoción cautivó a la audiencia local mucho antes de que la caravana de doble "C" llegara a la ciudad.
Los medios de comunicación locales informaron sobre los preparativos del lugar; los regalos que Chanel dejaba en las habitaciones de los invitados y los planes para la fiesta posterior en Victoria Baths, un templo del siglo XIX de ladrillo, baldosas brillantemente coloreadas y vidrieras.
Chanel trabajó con Factory International, organizadores del Festival Internacional de Manchester y otros eventos de bellas artes, para colaborar en una exposición de tres días "Manchester Modern: Pasado, Presente, Futuro".
Viard dijo que eligió la ciudad, que se encuentra entre los condados de Lancashire y Chesire, por varias razones. La música siempre ha sido una gran parte de su vida y también quería una ubicación diferente para el evento “Métiers d'Art” destinado a mostrar el saber hacer de los talleres especializados de Chanel, que incluyen el bordador Lesage; el zapatero Massaro; el experto en plumas y flores Lemarié; el sombrerero Maison Michel; el plisador Lognon; el taller de grand flou Paloma y el orfebre Goossens.
Bruno Pavlovsky, presidente de moda de Chanel, expresó que estaba particularmente orgulloso del trabajo que la casa ha estado haciendo con los característicos “tweeds”, que se fabrican con una mezcla de materiales vírgenes y reciclados.
El "savoir-faire" de Chanel
En el corazón de la lluviosa y vibrante Manchester, Chanel no solo deslumbró con su último desfile “Métiers d'Art”, sino que también reafirmó su compromiso inquebrantable con la preservación de las veneradas técnicas de Alta Costura francesa. Más allá de las extravagantes prendas y los elegantes accesorios, este desfile se erige como un tributo a la maestría artesanal que define la identidad de Chanel.
La colección “Métiers d'Art” no es simplemente un escaparate de la moda; es un elogio a la dedicación de los maestros artesanos que, generación tras generación, han perfeccionado estas técnicas centenarias.
En un mundo donde la moda puede volverse efímera, los desfiles que celebran el legado de la artesanía sirven como faros resplandecientes, iluminando el valor intrínseco de esta labor exquisita. Al elevar estas técnicas a una plataforma global, Chanel no solo crea prendas deslumbrantes, sino que también contribuye a la perpetuación de un patrimonio invaluable. Así, cada puntada, cada bordado y cada detalle no solo representa la visión de Virginie Viard, sino también el testimonio vivo de la excelencia artesanal francesa que ha resistido la prueba del tiempo.