El ascenso meteórico de Dasokeii continúa con la firma de su sencillo "La Verdad", con el prestigioso sello Orianna Records de Sony Music, en colaboración con el DJ y productor Chuwe. Estuvimos en la fiesta de lanzamiento y esto fue lo que vimos.
El sábado 27 de julio, una intensa lluvia nocturna no pudo detener la emoción en el aire. Eran las 8:00 de la noche y, aunque me retrasé media hora, la expectativa crecía. El escenario estaba listo: Dasokeii, el talentoso productor y cantante salvadoreño, había reunido a sus amigos y seguidores en un pequeño local de hamburguesas y “wings” en Antiguo Cuscatlán. La ocasión era especial: la primera presentación en vivo de su más reciente lanzamiento, "La Verdad".
Ricardo Ernesto Alvarado, conocido como Dasokeii, es un artista salvadoreño de 23 años que se destaca como productor, cantante y compositor en géneros como el urbano, reggaetón, house, R&B y afrobeat. Sus inicios en la música se remontan al municipio de San Luis de la Herradura, en la playa Costa del Sol, en el departamento de La Paz.
El último año ha sido significativo para el proyecto musical de Dasokeii. Ha lanzado canciones como “Mango Fresa”, que sobrepasa las 100,000 reproducciones en Spotify. También realizó su primer concierto fuera de El Salvador gracias a la plataforma “Mágica Música Mística”, un esfuerzo guatemalteco para potenciar a artistas independientes y emergentes con presencia en México y la región.
Pese a la lluvia, los invitados empezaron a llegar al local en Antiguo Cuscatlán. Dasokeii, con su habitual calidez y envuelto en un suéter gris, salió a recibirnos. Con una sonrisa, pidió disculpas por el retraso, explicando que la tormenta había demorado la llegada del equipo de audio y que tendríamos que esperar unos minutos. Para hacer más amena la espera, dos meseras comenzaron a repartir el menú del restaurante.
A pesar de ser pocas las personas presentes en ese momento, nadie mostró incomodidad. Era un sábado por la noche y la camaradería entre los asistentes era palpable. Las botellas de Regia “chola” empezaron a salir de la cocina mientras el establecimiento se llenaba de jóvenes. Finalmente, el equipo de audio llegó, se encendieron unas luces rosadas y, tras algunas pruebas de sonido que sobresaltaron a más de uno, el show de Dasokeii estaba listo para comenzar.
Dasokeii confesó unos días atrás que aún no podía asimilar lo que estaba ocurriendo con su nueva canción. “Siempre quise firmar un single con un sello tan grande en la música electrónica y no tuve la oportunidad cuando me dedicaba a ese género”, me explicó por teléfono. Sus inicios fueron bastante experimentales, pasando de la banda musical de su escuela a componer y producir canciones para otros artistas locales, hasta firmar un single con Orianna Records, una división de Sony Music España, especializada en música electrónica y experimental latinoamericana.
Orianna Records, con sede en Londres, respalda otras creaciones sonoras latinoamericanas como las de Natalia Lafourcade con Michel Cleis, Black Mambo, Manybeat y MOÜGLI con Carlos Sadness, entre otros artistas destacados.
Dasokeii sabe que este logro representa una oportunidad importante para él y para otros artistas de su generación, impulsados por la pasión de un artista que enfrenta las limitaciones de vivir en El Salvador, un país con una infraestructura insuficiente para apoyar a sus artistas locales. “La experiencia de trabajar con esta gente ha sido de mucho crecimiento y se vienen más cosas con ellos. Creo que abrir esta puerta es una locura para mí. Pensarlo es un sueño hecho realidad”, confesó.
La lluvia afuera ya no importaba. Todo estaba listo y el ánimo de los invitados comenzó a calentar el lugar. Sin más demoras, Dasokeii tomó el micrófono y se dirigió al público, sin titubear y con los ojos apacibles que le caracterizan. “Quiero agradecer a los que están aquí, por apoyarme y por creer en mí”, dijo muy entusiasmado a una audiencia de aproximadamente 50 personas, en su mayoría jóvenes estrenando sus 20 años, cada uno vestido de formas singulares, una declaración de moda y autonomía, al menos estilística.
Entre los invitados también se encontraban algunos infiltrados de 30 años, fácilmente identificables por no moverse al mismo ritmo y ocupar los puestos más alejados de la mesa del DJ. Sin embargo, compartían la misma pasión por descubrir un nuevo artista con ritmos pegajosos, algo que podría sonar en un club en Ibiza, una fiesta en Ciudad de México o un concierto privado en San Salvador.
Cerca de las 10:00 de la noche, Dasokeii hizo sonar con fuerza “La Verdad”. Para entonces, su nueva canción ya llevaba unas 24 horas de haber sido lanzada. Todos en el lugar sacaron sus teléfonos y comenzaron a grabar el momento. “La Verdad” es una fusión de tech house y latin electronic, una canción llena de sintetizadores pulsantes, bajos potentes y “breakbeat” que explotan en la pista de baile en su clímax, acompañada por la distintiva voz de Dasokeii, cuyo rap añade un toque de sensualidad urbana a la canción.
El respaldo de Sony Music a través de Orianna Records no es lo único que hace especial este lanzamiento. “La Verdad” es una colaboración con Chuwe, un DJ y productor salvadoreño radicado en Nueva York. “Siento que Chuwe fue un gran descubrimiento para mí. Me impresionó que fuera salvadoreño y que tuviera cercanía con artistas importantes de la música electrónica”, afirmó Dasokeii en nuestra llamada. “Descubrí a Chuwe cuando él trabajaba con Yellow Claw, un dúo holandés súper famoso”, añadió.
No fue hasta que Dasokeii comenzó a lanzar música en español que Chuwe dio el primer paso para una colaboración entre ambos. “No había tenido el valor de acercarme a él de esa forma. Un par de meses después, le envié una idea de canción”, comenta Dasokeii.
“La Verdad” es una creación íntegra de Dasokeii, desde los beats de house hasta la composición de la letra. “Me fui al estudio de David Leal en Santa Tecla, que es donde yo grabo siempre”, confiesa Dasokeii. En el estudio de su amigo grabó las voces, juntó todo y se lo envió a Chuwe, quien le dio un giro a la propuesta original, resultando en algo “totalmente mejor y diferente”, comentó Dasokeii. “Suena mucho más a club, a algo que se puede escuchar en todo el mundo. Estoy convencido de que era lo que la canción necesitaba”, explicó.
Entre los asistentes a la fiesta de lanzamiento se encontraban otros artistas a quienes Dasokeii les ha producido canciones. Después de saltar y bailar al ritmo de “La Verdad”, Dasokeii compartió el micrófono para que sus amigos cantantes también pudieran mostrar su música. Drovekidd, Sander, Dakzze, RICKX, Jules, Monica sin tilde, Danie, Kidd Relon, Batlle, Gio 23 e Isaluv tuvieron su momento en el escenario.
Todo el esfuerzo de crear un espacio para compartir sus creaciones demuestra la pasión con la que esta nueva generación de artistas impulsa sus ideas. Sin temor a fracasar, sin miedo a enfrentarse al mundo con pocas herramientas y solo una idea. Esa noche, Dasokeii demostró que la energía genuina de un artista joven es vital para hacer realidad cualquier sueño. Ver cómo se escribe su historia como artista eriza la piel y pensar que de estas mentes inquietas salen canciones con el respaldo de una firma como Sony Music llena de esperanza colectiva a generaciones que disfrutan de una nueva forma de expresión del talento local.
“Con mis últimas tres canciones, he intentado fluir con lo que sucede a mi alrededor”, asegura Dasokeii. “Y me ha funcionado muy bien”, añade. Entre sus planes creativos, tiene en mente lanzar un álbum o un EP el próximo año. Sin embargo, prefiere no apresurar el proceso, ya que espera superar el éxito de su último trabajo. Por ahora, se enfoca en seguir haciendo shows con su banda y presentándose en vivo, una dinámica que, confiesa, “me hace sentir seguro”.
La noche continuó hasta las primeras horas del domingo, con los cuerpos sudando al ritmo del reggaetón y el rap, cuyas letras evocaban ser los “mejores de Altavista”, a romances juveniles fugaces e intensos, y la perseverancia para hacer realidad los sueños. Al salir el sol, las fotos ya circulaban en Instagram, inundadas de likes y comentarios llenos de amor, apoyo y admiración, ese combustible esencial para encender sueños e ilusiones. Esas palabras de aliento son cruciales para impulsar a nuevos artistas desde la vibrante y lluviosa tropicalidad salvadoreña, demostrando que la pasión y el talento pueden florecer en cualquier lugar.
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