La SVFW Holidays 2024 fue una celebración de estilo y tradición, donde se unieron diseñadores, creativos y bloggers pioneros que ayudaron a construir la industria de la moda en el país.
La edición Holidays 2024 de El Salvador Fashion Week (SVFW) elevó una vez más el pulso de la moda local, reuniendo a los apasionados de este rubro en el piso 25 de la torre Millennium en San Salvador. Con el ambiente vibrante y un lleno total, la jornada reunió a diseñadores consagrados y nuevos talentos que reflejan la esencia creativa y el potencial de la moda salvadoreña. La organización, liderada por René Barrera y FashionLifeLA, contó con el apoyo de importantes aliados, quienes reafirmaron su compromiso con la moda hecha en El Salvador.
La noche comenzó con la presentación de estudiantes de moda de universidades locales, entre las que destacaron la colección de Dalia Baires, inspirada en la resiliencia. Sus tocados de alambre reutilizado y mariposas de papel captaron la atención y reflejaron una visión cargada de simbolismo. Otro joven talento, Mauricio Figueroa, mostró una colección de inspiración gótica, marcada por transparencias y texturas en cuerina, logrando una estética que fusiona influencias y géneros.
La atmósfera
El ambiente, refrescado por el viento en las alturas de la torre, se complementó con la música del DJ Paco Galdamez, quien creó una atmósfera animada durante el cóctel. En backstage, Ricky Mina y su equipo, con el respaldo de Tresemmé, dieron los toques finales en peinados y maquillaje, asegurando una presentación impecable para las modelos.
Esta edición de la SVFW también fuimos testigos de un momento especial: la reunión de la primera generación de bloggers de moda y estilo de vida del país. Juan Diego Fiallos (The Good Looking Blog), Astrid y Nelsy Molina (Las Molinas), Raquel Cañas y María José Díaz (Our Favorite Style), y Gabriel Contreras y Brian Recinos (The Burgundy Affair), pioneros en comunicar y difundir la moda salvadoreña a través de las revolucionarias redes sociales, se dieron cita en este evento. Su presencia simbolizó el impacto que estas voces han tenido en la construcción y promoción de la industria local, desde los primeros días de las redes sociales hasta hoy, donde su influencia sigue marcando tendencia y fortaleciendo la conexión entre la moda y sus seguidores.
Las propuestas de moda en la pasarela fueron tan diversas como los estilos de los asistentes, quienes demostraron una vez más su entusiasmo por el diseño local. Entre influencers, modelos y artistas, los looks del front row no pasaron desapercibidos, cada uno reflejando la diversidad y creatividad de los amantes de la moda en El Salvador.
Aunque algunos diseñadores y modelos fueron notables ausentes, como Geraldine García y la marca Old Buster de Carlos Barriere, quienes presentarán sus colecciones en fechas posteriores, el evento mantuvo su fuerza.
Las colecciones
Andrea Ayala reconocida por su estilo romántico y femenino, no defraudó a su público fiel, presentando una colección festiva en tonos que incluían celeste, neutros, rojo y negro, adornados con estampados gráficos. Los corazones, moños y escotes que caracterizan su trabajo se hicieron presentes, demostrando una vez más su compromiso con las preferencias de sus clientas. Andrea seleccionó a amigas e influencers de la marca para desfilar esta temporada, entre ellas, Andrea Tobar, Sofia Sandoval y María Fernanda Bruzon.
Mónica Arguedas optó por una paleta de azules, ocres, verde y negro, un enfoque menos convencional para la temporada, pero muy bien recibido por su audiencia. Con volantes y escotes audaces, su colección reflejó una visión sofisticada y moderna, ideal para mujeres fuertes y seguras de sí mismas.
Tere Safie sorprendió nuevamente con una colección fresca y contemporánea de su marca ILA. Sus prendas en tejidos acanalados y satinados, con transparencias y lentejuelas, crearon una combinación perfecta entre la elegancia y el espíritu festivo. Su cierre, un clásico vestido de novia, arrancó aplausos del público.
El debut de Andrea Poma con su marca Candela en la SVFW se inclinó hacia lo artesanal y conceptual. Inspirada en la nostalgia y los recuerdos, presentó piezas que evocan técnicas tradicionales, como volúmenes tejidos y prendas de yute. Cada elemento de su colección contaba una historia, como un vestido tejido inspirado en los manteles de ganchillo de las abuelas, un homenaje a la historia familiar y a lo cotidiano.
La propuesta de Moškem en sastrería masculina destacó por su transgresión: chaquetas con capas, colores vibrantes y siluetas clásicas reinterpretadas mostraron una estética experimental que le da un nuevo giro a la moda masculina en El Salvador.
Mava, por su parte, se mantuvo fiel a su estilo de siluetas ceñidas, con vestidos adornados con lentejuelas, encajes y aplicaciones florales. Aunque prefiere el anonimato, Mava cuenta con el respaldo de importantes figuras de la televisión nacional, que acudieron a admirar sus creaciones.
Claudia Rodas presentó prendas festivas en rojos, naranjas, blancos y patrones florales en gran escala. Sus siluetas femeninas y delicadas ofrecieron una visión fresca y atractiva para la temporada.
Astrid Molina evocó la naturaleza en su colección con estampados de flores e insectos en fondos oscuros y pasteles, aportando un toque de dramatismo y nostalgia. Los conjuntos vibrantes y llenos de vida reflejaron un tributo a los recuerdos y la belleza natural.
Azul Encantado llevó el espíritu tropical a las alturas con trajes de baño y vestidos diseñados para el verano. Sus bañadores en tonos aqua, rojo y verde pastel evocaron la frescura y el estilo clásico, pensado para un público femenino distinguido.
El Salvador Fashion Week Holidays 2024 concluyó con una nota relativamente alta, dejando claro que la moda en El Salvador sigue siendo una fuerza en ascenso, rica en talento, tradición e luces de innovación. Temporada tras temporada, el evento continúa consolidándose como un punto de encuentro para la moda y el diseño local, inspirando a una nueva generación de creadores y reafirmando el valor de las propuestas salvadoreñas en la escena internacional.