Mercedes-Benz Fashion Week eleva la moda salvadoreña en su edición "Holidays" 2023

Con la reciente edición de la MBFW, la moda salvadoreña alcanzó nuevas cimas, marcando el regreso triunfal de diseñadores icónicos y desatando debates sobre la dirección creativa del sector.

La Semana de la Moda en El Salvador ha alcanzado nuevas alturas con la edición "Holidays" de la Mercedes-Benz Fashion Week, un evento que ha demostrado ser una apuesta sólida para resaltar las creaciones de moda salvadoreñas. En el epicentro de este acontecimiento se encuentra la Torre Presidente, un espacio aislado del bullicio capitalino y diseñado para sumergir a los amantes de la moda en una experiencia única.

Para aquellos de nosotros con más de una década siguiendo esta travesía, el caos que caracteriza a la Semana de la Moda de El Salvador no sorprende. A pesar de los cambios de nombre a lo largo de los años, la esencia del evento se mantiene casi inalterada, marcando un hito en el calendario para los apasionados de la moda.

La edición "Holidays" de 2023 trajo consigo la emocionante vuelta de la franquicia Mercedes-Benz Fashion Week (MBFW), elevando aún más el estatus del evento. Esta temporada, los asistentes y los invitados no solo fueron testigos de las últimas tendencias sobre la pasarela, sino que también tuvieron la oportunidad de mostrar su propio estilo en la "Black Carpet", un espacio previo al ingreso a las pasarelas donde la moda se convirtió en una sinfonía de estilo.

Con más de 200 invitados y asientos para menos de la mitad, el momento previo a las pasarelas se convirtió en una especie de "Juegos del Hambre". La competencia por un lugar en el codiciado "front row" fue feroz, y como una fuente interna reveló: "se sentaron quienes tenían que estar sentados".

PEOPLE IN FRONT ROW FASHION WEEK EL SALVADOR 2023
Estos son algunos de los invitados a una de las fechas más destacadas en el calendario de la moda salvadoreña

Sin embargo, el verdadero espectáculo comenzó cuando los diseñadores se apoderaron de la pasarela para presentar sus colecciones de moda para las fiestas. Andrea Ayala, Mónica Arguedas y Geraldine García emergieron como las indiscutibles líderes en la preferencia del público. Las ovaciones y la abundancia de asistentes luciendo prendas firmadas por estas diseñadoras confirman su posición destacada en la escena de la moda salvadoreña.

En este torbellino de elegancia y estilo, la Semana de la Moda de El Salvador continúa consolidándose como un evento imperdible para aquellos que buscan no solo las últimas tendencias, sino también la auténtica expresión del talento de diseñadores locales que capturan la esencia de la moda en El Salvador.

La sorpresa de la temporada

El sorprendente regreso a las pasarelas del diseñador Carlos Barriere con su marca Old Buster fue uno de los momentos más anticipados esta temporada. Una propuesta donde las fronteras de la moda masculina se desdibujan y las convenciones son desafiadas.

La nueva colección de Old Buster es un testamento a la valentía y la creatividad, desafiando la monotonía de los trajes tradicionales y los cortes convencionales. La elección de telas rígidas es un guiño a la fortaleza que yace en la vulnerabilidad. Las faldas dentro de la colección, lejos de ser prendas exclusivas del guardarropa femenino, se presentan como una declaración de libertad y movimiento. Los escotes, los pantalones acampanados, los tejidos traslúcidos y otros códigos reservados para la seducción femenina, se convierten en una forma de empoderamiento masculino. Para Old Buster, la moda es una herramienta para desmantelar las expectativas de género, tejiendo una narrativa de liberación a través del estilo.

El éxito comercial y la búsqueda de la innovación

En el corazón de la temporada, múltiples marcas y diseñadoras iluminaron la pasarela con los tonos vibrantes y patrones tropicales que caracterizan la ya conocida estética "tropical chic". Aunque no es una propuesta novedosa, su impacto comercial en el mercado local es innegable, convirtiéndola en un recurso recurrente entre los diseñadores que buscan capturar la esencia del paraíso en sus creaciones.

Estas colecciones inspiradas por el trópico, que han persistido a lo largo de los años, se han convertido en un caballo de batalla para muchos diseñadores locales. La fórmula tropical, con sus colores llamativos, olanes suntuosos y estampados evocadores, ha demostrado ser un éxito seguro en términos de ventas y aceptación del público. Sin embargo, a medida que las temporadas se suceden, surge la pregunta inevitable: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a depender de una fórmula que, aunque efectiva, amenaza con volverse predecible?

Una modelo luce parte de la colección de Didi Hiver

No es una crítica al "tropical chic", es una invitación a la exploración y la expansión creativa. Los diseñadores, aunque maestros en la captura de la frescura y la exuberancia tropical, se enfrentan al desafío de equilibrar la tradición comercial con la necesidad de evolucionar artísticamente. Es evidente que la fórmula actual ha conquistado corazones y carteras, pero ¿se está sacrificando la originalidad en el proceso?

La pasarela, una vez más transformada en un oasis tropical, presenta piezas que evocan recuerdos de colecciones pasadas. Los cortes, los estampados y las paletas de colores, aunque irresistiblemente atractivos, parecen recorrer un camino trillado. Las marcas han establecido su identidad tropical, pero la creatividad merece un terreno más vasto.

El público, ávido de novedades, se encuentra ante la encrucijada de la familiaridad. ¿Hasta qué punto están dispuestos a seguir invirtiendo en una experiencia que, aunque encantadora, no sorprende? La moda es, por definición, una expresión artística en constante evolución, y la repetición puede llevar al estancamiento.

No se trata de menospreciar el éxito alcanzado hasta ahora, sino de incentivar a las creadoras de "tropical chic" a explorar nuevas fronteras creativas. La invitación es a expandir sus horizontes, a buscar inspiración en lugares inexplorados y a desafiar las expectativas establecidas. La moda, al igual que la naturaleza tropical que tanto amamos, es diversa y siempre cambiante. ¿No sería emocionante ver a nuestros diseñadores liderando la vanguardia de la innovación en lugar de seguir cómodamente en su zona de confort?

“La moda salvadoreña (...) debe verse como región”, José Forteza.

José Forteza, Editor Senior para Condé Nast México y Latinoamérica, explicó en una entrevista reciente con este medio sobre la importancia de no ver a la industria local como un actor aislado.

“Siempre me preguntan en muchos sitios eso”, contestó Forteza cuando se le preguntó cómo veía la moda salvadoreña comparada con otras regiones de Latinoamérica. “Mi respuesta inicial cuando se trata de mercados peculiarmente sólidos en términos de personalidad y de historia estética por las comunidades autóctonas que tienen, sin embargo, pequeños en términos de mercado, como es cualquier país centroamericano (con la excepción por condiciones muy peculiares de Panamá) yo les digo que deben verse como región”, aseguró Forteza.

“Yo no respondería cómo está la moda salvadoreña, sino que incorporaría el espíritu y la creaciones que se están haciendo en El Salvador con el resto de la región, con el resto de Centroamérica y eso me parece súper interesante, súper aplaudible y con una perspectiva a futuro tremenda”, enfatizó el editor, con más de dos décadas de trayectoria en el rubro editorial y cultural latinoamericano.

“Sí tengo que peculiarizar en el caso de El Salvador, he visto que por las razones que sean, hay un optimismo creativo que no había visto antes y hay una intención de desarrollo y de colaboración de diversas instituciones privadas, públicas y creativas dirigidas a la moda que no había visto antes”, puntualizó.

¿Qué viene para la moda salvadoreña?

A medida que los diseñadores locales continúan consolidando su posición en el escenario regional, la moda salvadoreña se enfrenta a la encrucijada entre el arraigo a las fórmulas exitosas y la necesidad imperante de explorar nuevos horizontes creativos. La llamada es clara: la originalidad y la innovación deben ser los estandartes que guíen a los diseñadores hacia el futuro. 

La moda salvadoreña, lejos de ser una entidad aislada, se alza como una fuerza creativa dentro de la región latinoamericana, fusionando la riqueza de su identidad cultural con una visión más amplia de la creación de indumentaria. La invitación a los diseñadores es clara: liderar la vanguardia de la innovación, desafiando las expectativas y explorando terrenos inexplorados.

La MBFW en El Salvador se presenta no solo como un evento que celebra la moda, sino como un catalizador para un cambio creativo y una redefinición constante de la expresión artística. Con la inspiración de esta edición "Holidays" resonando en cada rincón, la moda salvadoreña se prepara para continuar su travesía, trascendiendo límites y estableciéndose como un faro de creatividad en el escenario regional de la moda.

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