Neto Rod nos abre las puertas de su estudio y su mente, revelando los secretos detrás de su primera exposición. Conoce su evolución como ilustrador y los vibrantes elementos que definen su estilo lleno de celebración y nostalgia.
Durante los últimos meses he tenido el privilegio de acompañar de cerca a mi amigo y artista, Neto Rod, mientras daba forma a su primera exposición en solitario. Ha sido un proceso de sueños y desafíos, un viaje transformador que todo artista anhela y teme a la vez. En este tiempo, he sido testigo de su crecimiento no solo como creador, sino también como individuo, revelando facetas de su personalidad que hasta ahora no habíamos conocido.
Nuestro vínculo comenzó en los pasillos de la universidad, y a través de amistades en común, nos fuimos acercando cada vez más. Recuerdo claramente sus primeros días vendiendo en El Mercadito, un espacio para las creaciones locales, llenos de esperanza y ambición. Hoy, me encuentro emocionado y orgulloso, a punto de presenciar su primera exposición individual.
Cuando Neto me compartió su sueño de exhibir sus ilustraciones, supe que teníamos que documentar este proceso. Juntos vimos cómo esas ideas iniciales, que parecían meros esbozos, tomaron vida y se convirtieron en una realidad tangible. A menos de una semana de inaugurar esta muestra, nos sentamos en su estudio para hablar de sus fuentes de inspiración, de los recuerdos de su infancia que dan vida a su arte, y reflexionamos sobre los elementos clave que conforman su ser artístico.
Esta exposición no solo marcará un parteaguas en su carrera, sino que revelará a un Neto nuevo, preparado para enfrentar el mundo con una convicción renovada. Acompáñenme a descubrir su historia, sus inspiraciones, y los pensamientos plasmados en sus libretas de bocetos.
Sus primeras conexiones con el arte
Neto Rod nació el 14 de abril de 1992 en San Salvador, El Salvador. Creció en un entorno donde el arte y la creatividad estuvieron presentes de alguna forma, aunque su interés por el arte no surgió directamente de su familia. Su madre, estilista, y su padre, trabajador de televisión, influyeron indirectamente en su inclinación hacia el color y la edición. No fue hasta su llegada a la universidad que Neto comenzó a interesarse por el diseño y la ilustración, lo cual marcaría el verdadero inicio de su exploración artística.
Neto cuenta que su interés en el mundo del diseño gráfico comenzó debido a un malentendido sobre la relación entre diseño y televisión. Acompañando a su padre al canal de televisión, Neto creía que el diseño gráfico estaba ligado exclusivamente a la creación de elementos visuales para la televisión. Esa percepción cambió al inscribirse en la Escuela de Artes Aplicadas, donde descubrió que el diseño tenía una mayor proyección.
Neto tuvo su primer encuentro con la ilustración en 2014. Este descubrimiento fue un punto de inflexión, y poco después comenzó a participar en espacios locales, donde empezó a mostrar y vender su trabajo sin temor. Ese año marcó el verdadero inicio de su carrera como ilustrador y diseñador gráfico.
Entendiendo sus influencias y el proceso creativo
Neto se inspira en la nostalgia y los recuerdos familiares. Desde pequeño, su padre coleccionaba artesanías y objetos decorativos relacionados con El Salvador y Latinoamérica, recuerdos de viajes, souvenirs y otros adornos que habitan en una casa latina. Esto inculcó en Neto una profunda conexión con los colores, las texturas y las temáticas latinas. Su proceso creativo generalmente comienza con bocetos a mano, utilizando tinta china en blanco y negro, una técnica que Neto asegura le ayuda a simplificar la idea inicial. Luego, transforma estos bocetos en piezas digitales, aunque últimamente ha revertido este proceso, comenzando con bocetos digitales para luego llevarlos a la técnica manual.
El proceso de Neto implica una combinación de investigación, recolección de referencias y una preferencia personal por elementos gráficos. Sus obras se basan en vivencias personales y recuerdos, a menudo transformados y reinterpretados para conectar con el espectador en un nivel emocional.
En su parte profesional, Neto ha realizado varias colaboraciones destacadas. Una de las más significativas para su portafolio ha sido su trabajo con una agencia de Nueva York para la marca José Cuervo. Este proyecto, que implicó la creación de seis diseños diferentes para latas, fue una experiencia enriquecedora que le permitió trabajar con un equipo internacional y enfrentar nuevos retos, de esas cosas que algunos solo pueden soñar.
La dimensión comercial de su trabajo siempre ha sido una parte fundamental de su carrera, inspirada en su infancia viendo televisión y su admiración por otros amigos ilustradores que trabajaban con grandes marcas. Neto ha encontrado una forma de combinar su pasión por el arte con el mundo comercial, creando diseños para una variedad de marcas y productos, locales e internacionales.
Sobre su filosofía y cómo crear una visión artística
Neto es una persona de muchas palabras, pero durante este proceso ha decidido describir su trabajo artístico como “honesto y transparente”. Un trazo que siempre busca generar una conexión genuina con su audiencia. Prefiere ilustrar temas positivos, incluso cuando abordan aspectos tristes o difíciles, como la nostalgia, la memoria y el paso del tiempo, ofreciendo una perspectiva llena de esperanza y optimismo.
Actualmente, su motivación viene de esa terquedad artística por explorar los límites de lo posible, por experimentar con nuevas técnicas y llevar su trabajo a nuevos formatos, para descubrir nuevas conversaciones creativas.
Pero no todo es arte para Neto. También tiene una profunda pasión por la cocina y la música, dos elementos claves que evocan el sabor de la celebración, de la vida y la fiesta. Neto cuenta que su afición por la cocina se desarrolló en su infancia, entre los fogones de su abuela. La música, especialmente los ritmos latinos y tropicales, juegan un papel crucial en su proceso creativo, proporcionando un fondo sonoro que alimenta su conexión con sus raíces culturales.
Refugios de vida y color: primera exposición en solitario
La primera exposición en solitario de Neto, titulada "Refugios de vida y color", es un momento significativo en su carrera. Esta exposición, inspirada en recuerdos de su infancia y conexiones familiares, se inaugurará el 25 de julio en la Galería de Arte de Lula Mena. La muestra, compuesta por ocho piezas de un metro por uno cuarenta, refleja vivencias compartidas en el contexto salvadoreño y estará abierta al público durante un mes.
Neto ha trabajado en esta serie desde el año pasado, conceptualizando y desarrollando las piezas con una visión clara tanto visual como conceptualmente. La preparación de esta exposición ha sido un proceso de introspección y exploración personal, permitiéndole ahondar en aspectos familiares y personales de su vida.
Después de esta exposición, Neto planea continuar creando y explorando nuevas formas de arte. Está interesado en realizar exposiciones colaborativas con otros artistas salvadoreños, buscando cruzar ideas y conceptos. A largo plazo, Neto aspira a desarrollar un trabajo más conceptual y abstracto, alejándose de su estilo literal y gráfico para experimentar con nuevas composiciones y formas de expresión.