Carlos Barriere y René Barrera unen fuerzas en una propuesta de Old Buster que desafía las normas tradicionales de la moda masculina salvadoreña, explorando lo erótico y lo contemporáneo.
Carlos Barriere no es un hombre de muchas palabras. Sus colecciones siempre han hablado por él. Desde sus inicios, cuando co-lideraba Palacio-Barriere, una marca de bolsos y complementos, hasta sus propuestas más recientes, Barriere ha estado presente en la escena de la moda salvadoreña de forma intermitente pero significativa. Este año, con Old Buster, su marca que celebra su primer aniversario, Barriere presentó una nueva colección que reinterpreta la elegancia y que además explora los límites entre lo femenino y lo masculino.
Esta propuesta nace de una colaboración con René Barrera, productor y amigo de Carlos, quien ha sido un impulsor clave en su carrera. “Fue un ejercicio creativo de unir dos mundos. René es más glam y Old Buster es más urbano. La idea era acoplar y adaptar estas dos visiones sin perder la esencia de Old Buster”, explica Carlos.
El estilismo de la colección, dirigido por Barrera, refleja una inspiración global que reta los estándares tradicionales de la masculinidad. René comenta que su trabajo se basa en los límites de lo que sociedades como la salvadoreña están acostumbradas a ver en la moda masculina. Pantalones a la cadera, chalecos y camisas sin mangas que enfatizan las siluetas, transparencias, y detalles femeninos combinados con elementos vaqueros y oversized, crean una narrativa que mezcla lo delicado y lo masculino.
Una colección para romper etiquetas
La colección “Old Buster X Fashion Life” presentó piezas ready-to-wear que invitan a explorar la moda desde una perspectiva atrevida y conceptual. Vemos trajes blancos oversized; pantalones de mezclilla con manchas; blusas traslúcidas con lazos largos. Old Buster propone un hombre actualizado, global y dispuesto a explorar su lado erótico. “Estoy abriendo brechas para atraer más clientes que no tienen miedo a vestirse como ellos quieran”, señala Carlos.
Entre los materiales empleados destacan el denim, el terciopelo, las pieles sintéticas y el mesh. Las siluetas evocan los años sesenta y dialogan con referencias del Y2K. En esta colección también colaboró la diseñadora Margarita Cornejo, quien aportó bolsos y carteras con detalles geométricos y pieles que complementan la propuesta.
Un evento independiente y audaz
En un evento independiente y separado a la jornada principal de El Salvador Fashion Week (SVFW), Old Buster optó por un evento independiente en el Círculo Deportivo Internacional. Según Barriere, esta decisión trajo consigo nervios y expectativas: “Cuando uno está solo, todo recae sobre uno. Si algo sale mal, es a uno al que critican. Fue más estresante, pero también gratificante”.
El evento reunió a los habituales de la moda salvadoreña, clientes y otros interesados en el diseño nacional. La colección dejó entrever el entusiasmo creativo de Barriere por explorar nuevas estéticas y públicos, aunque también planteó un reto clave: mantener una voz creativa clara y consistente. En su esfuerzo por hablar a múltiples públicos y estilos, la colección arriesga diluirse en una variedad de propuestas que no siempre encuentran armonía entre sí.
El futuro de Old Buster
Carlos Barriere considera que esta colección es solo el comienzo de un nuevo capítulo para Old Buster. Su visión de una moda masculina atrevida y sin etiquetas marca un paso significativo en un mercado que aún explora los límites de la diversidad estilística. “Después de más de diez años sin colaborar con alguien, esta experiencia fue muy enriquecedora. Fue un buen ejercicio creativo”, concluye.
Con piezas clave como su reinterpretación de la sastrería en blanco y denim, que fusionan tendencias actuales con nostalgia de décadas pasadas. Old Buster cierra esta temporada con una propuesta en la que deja claro su potencial para redefinir la moda masculina en El Salvador. La audacia y visión de Carlos Barriere y su equipo han demostrado que la creatividad no tiene límites, y sientan las bases para seguir explorando nuevos territorios estilísticos en futuras colecciones.