El primer COAFEST llegó al MARTE, redefiniendo las compras de segunda mano en El Salvador. Organizado por Vitrinnea, el evento reunió a una comunidad de thrifters y entusiastas de la moda sostenible, consolidando un movimiento que busca cambiar el consumo y la cultura local.
Este pasado domingo 13 de octubre, el Museo de Arte de El Salvador (MARTE) fue el escenario del primer COAFEST, un evento descrito por sus organizadores como el festival de thrift más revolucionario que El Salvador ha visto hasta ahora. A simple vista, podría parecer otro mercado de segunda mano, pero una charla con Diego Pastore, Director Creativo de Vitrinnea, revela que es mucho más que una simple reunión para vender ropa usada.
“El concepto del COAFEST nace de una necesidad de conectar dos subculturas que están creciendo en El Salvador", comenta Pastore. Por un lado, están las personas que venden lo que ya no usan, y por otro, los "thrifters", quienes curan prendas únicas y vintage, buscando piezas que no se encuentran fácilmente en el mercado. La fusión de estos dos mundos es lo que, según Diego, hace que el evento sea "revolucionario". "No solo se trata de vender ropa, se trata de crear una experiencia, un espacio para disfrutar, compartir y explorar algo nuevo", añade.
En los últimos años, la moda de segunda mano ha cobrado una importancia significativa dentro de las subculturas y grupos de nicho en la sociedad salvadoreña. Jóvenes que buscan expresar su identidad de manera auténtica han encontrado en las prendas usadas una herramienta para reflejar su personalidad y desafiar las normas tradicionales de la moda.
Con más de 112 expositores y vendedores, el festival reunió a una comunidad diversa que abarcó desde ropa, accesorios y maquillaje, hasta perfumes y libros. Pastore destaca la importancia de ofrecer una experiencia física, algo que complementa la plataforma digital de Vitrinnea. "Queremos que los vendedores, que ya están en nuestra plataforma, tengan la oportunidad de tener una experiencia tangible que pueda generarles más ventas", explica.
El festival no solo buscaba atraer a los thrifters de corazón, sino también a aquellos curiosos que buscaban buenas ofertas. Con prendas desde un dólar hasta piezas de $25, COAFEST apunta a democratizar la moda de segunda mano y acercarla a un público más amplio. "Esperamos que los asistentes empiecen a consumir de manera más consciente", dice Diego. "Que vean la ropa no como algo desechable, sino como algo a lo que se le puede dar una segunda vida".
Este movimiento va más allá de simplemente comprar ropa barata; es una forma de conectarse con el pasado, rescatar piezas únicas que ya no se fabrican, y reinterpretar estilos de otras épocas, dándoles un nuevo significado en el presente. Las tiendas de segunda mano y los mercados thrift han surgido como espacios donde estas subculturas pueden reunirse, crear comunidad y compartir una visión alternativa del estilo.
"COAFEST significa ‘Coming of Age Festival’, es como la llegada de una nueva etapa", explica Diego Pastore
Ganarse la confianza del público
El reto más grande para el equipo de Vitrinnea, según Diego, fue el convencerse a sí mismos de que podían lograrlo. "Con tantos eventos que ya se hacen, nos preguntábamos por qué los vendedores elegirían el nuestro. Pero quedó demostrado que vieron nuestra visión y confiaron en nosotros", dice con una sonrisa de satisfacción.
A pesar de los desafíos, el COAFEST fue un éxito rotundo. Diego estima que alrededor de 800 personas pasaron por el evento, superando las expectativas y consolidando al festival como una propuesta fresca e innovadora dentro del panorama de la moda de segunda mano salvadoreña. Además, el festival ofreció stands de comida y otras iniciativas locales, convirtiéndose en un espacio para disfrutar de una tarde diferente.
Hacer comunidad desde otra perspectiva
Para muchos, el uso de ropa de segunda mano es también una protesta pacífica contra el hiperconsumismo que domina la sociedad actual. Optar por prendas usadas no solo reduce el impacto ambiental, sino que también envía un mensaje claro sobre la posición que uno ocupa frente a los valores del consumo desenfrenado.
Para Diego Pastore, el COAFEST representa algo más que un simple evento de compra y venta de ropa usada; es una declaración de cambio cultural. "COAFEST significa ‘Coming of Age Festival’, es como la llegada de una nueva etapa", explica Diego, refiriéndose al festival como un símbolo de maduración en la forma en que la sociedad salvadoreña percibe y consume moda de segunda mano.
Pastore también afirma que solo el principio de algo más grande: "Queremos seguir creando eventos, hacerlos cada vez más grandes y relevantes”. Con la idea de seguir ampliando el mundo del thrift y hacerlo más conocido en lo "mainstream", Vitrinnea planea continuar ofreciendo experiencias que rompan con la forma en que los salvadoreños perciben y consumen moda.
Dentro de la visión de Pastore el festival también es una invitación a la exploración. "Lo lindo de estos eventos es que uno nunca sabe qué sorpresa puede encontrar", concluye Diego, haciendo eco del espíritu del COAFEST: un lugar donde lo viejo se convierte en nuevo, y donde cada prenda cuenta una historia esperando ser descubierta.